Un surafricano de 80 años revivió en la morgue tras pasar nada menos que 21 horas en una cámara frigorífica. Había sufrido un ataque de asma, se había quedado sin pulso y, sin más, sus familiares comenzaron a organizar su entierro. El Gobierno local recuerda que es imprescindible llamar a una autoridad sanitaria para confirmar cualquier defunción.
A causa de la recesión económica, el clérigo inglés Tim Jones recomienda a sus clérigos que comentan pequeños hurtos «antes de recurrir a la violencia o prostituirse». Eso sí, les pide que roben a las grandes empresas y que eviten los negocios familiares.
Dos mujeres descubrieron, a través del Facebook chino, ¡que compartían marido! Se pusieron en contacto por pura casualidad, porque sus esposos (ellas creían que eran dos) se llamaban igual y, cuando se enviaron las fotos de sus bodas, descubrieron que compartían algo más que un traje blanco. El hombre ha sido detenido por bigamia.
La Policía de Río de Janeiro (Brasil) custodia a una mujer que quiso robar un collar de oro de 500 euros tragándoselo. Recuperarlo es sólo cuestión de tiempo.
La norteamericana Alexandra Espinosa-Amaya, de 24 años, ha sido condenada a llevar colgado al cuello un cartel que reza: «Le pegué a un oficial de Policía. Estuvo mal. Pido disculpas».
Cada vez hay más divorcios y una cadena británica de grandes almacenes ha visto en ello un floreciente negocio. Se trata de las «listas de divorcio», que sirven para que los amigos les regalen las cosas básicas que se quedó la otra mitad de la pareja y con las que crearán su nuevo hogar.
La suiza Suzie Grogan, de 47 años, supo que tenía cáncer en agosto de 2006 y decidió gastar 80.000 dólares en viaje y ropa antes de morir. Tras varios tratamientos, y cuando Grogan creía que sus días estaban contados, le han notificado que se ha curado y que tendrá que pagar su deuda.
Dos hombre de mediana edad fueron detenidos -y enviados a un psiquiátrico- cuando intentaban sacar de una cárcel de la isla de Wright a un paciente. Se enfrentaron a los vigilantes «armados» con pistolas de agua y disfraces de Snoopy. Y, para colmo, se habían equivocado de prisión. Su colega estaba en otra cercana.
El segundo libro más leído después de la Biblia es «Los elementos», del matemático Euclides (lleva más de mil ediciones).
Andriej Ivanov y María Petrova se conocieron en lo alto de un puente ruso cuando ambos iban a suicidarse: él, porque su novia había muerto poco antes de su boda, y ella, porque sus padres no le perdonaban que estuviese embarazada. ¿Cosa del destino? En vez de arrojarse al vacío, se pusieron a hablar... y se enamoraron.
El mexicano Antonio Hernández Carranza nunca olvidará el pasado 1 de mayo, cuando viajaba a Carolina del Norte (Estado Unidos) para visitar a su hermana y la Policía confundió una bolsita de harina para tamales que llevaba en su equipaje con cocaína. Lo tuvieron 4 días en prisión.
El búlgaro Zaprian Lozanov intenta retomar las riendas de su vida, pero le será complicado. En plena borrachera de vodka, un amigo le hizo una demostración de sus habilidades con la catana... ¡y le rebanó el pene!
En la zona comercial de Lanz-hou (China) se oían unos misteriosos ronquidos que nadie sabía de dónde procedían hasta que a un transeúnte le cayó del cielo un zapato. Entonces observaron, perplejos, que una mujer dormía a pierna suelta en lo alto de un árbol.
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