Inventos

La ropa fabricada con botellas.

Se las conoce como Ekolab Recycler y son, básicamente, prendas deportivas confeccionadas a partir de un material rígido, impermeable y transpirable cuyo origen son las botellas recicladas. ¿Lo mejor? Además de usar objetos de deshecho, cuando finaliza su ciclo de vida, se pueden reciclar de nuevo.

El incienso.

Aunque hace millones de años, los hombres descubrieron que algunas cortezas desprendían un olor muy agradable cuando se quemaban, el incienso se asoció a ritos paganos hasta que, según el Nuevo Testamento, los Reyes Magos se lo ofrecieron al Niño Jesús. Desde entonces, casi todas las culturas lo utilizan en celebraciones mágicas y religiosas por considerarlo purificante.

La campana.

El nombre proviene de la región italiana de Campania, donde empezó a utilizarse en el siglo VI antes de cada acto litúrgico. Pero las campanas ya existían mucho antes, puesto que ya aparecen como adorno en las vestiduras sarcedotales hebreas de hace 3,500 años.

La botella «antiposos».

Se trata de la última propuesta del prestigioso cocinero Martín Berasategui y consiste en una modificación del culo de las botellas que retiene los posos mediante un efecto vacío, lo que evita que éstos caigan al servir el vino en la copa, actuando a modo de decantador. Ahora falta saber cómo aceptarán los fabricantes de vinos y botellas esta innovadora idea.

 El agua de Valencia.

Este famoso cóctel lo inventó el gallego Constante Gil una noche de 1959 en que un grupo de clientes de su cervecería valenciana le retaron a que les ofreciese un combinado nuevo. Mezcló cava, zumo de naranja, ginebra y vodka y obtuvo una de las bebidas más populares de los años 70.

El I.M.C. (Índice de Masa Corporal).

Esta tabla, que se usa para determinar si alguien sufre sobre-peso u obesidad y en qué grado, surgió en 1959 de mano de la aseguradora norteamericana Statist Bull Metropolitan Life Insurance Company para obtener estadísticas sobre la salud de sus socios y, de paso, modificar los precios de sus pólizas en caso de que su elevado IMC supusiera un riesgo inminente (y el consiguiente gasto de hospitalización para la empresa).

 El Vicks Vaporub.

Hace 5.000 años ya se aliviaban las molestias repiratorias con cataplasmas de hierbabuena y mostaza, pero a veces provocaban ampollas y quemaduras. Este ungüento nació en 1905, de la mano de un farmaceutico de Carolina del Norte, con el mismo fin, pero sin dañar al paciente. Vicks Vaporub estaba elaborado a partir de gelatina de petróleo (inofensiva y neutra) y mentol, un producto venido de América que, friccionado en frente y pecho, debía curar la difteria y la pulmonía. Para promocionarlo, Richardson publicó en la prensa unos cupones que podían canjearse por unas muestras e inició una técnica de márketing nueva en EEUU: el buzoneo de anuncios a través del servicio de correos dirigido «al titular del buzón», sin más detalles.

La coronas de flores.

Hace 50.000 años ya se ofrecían ofrendas florales a los muertos, aunque hubo que esperar a la Inglaterra de la época victoriana -cuando estaba mal visto manifestar los sentimientos- para que el significado de cada flor de la corona enviase un mensaje al difunto.

Las criselfantinas.

Estas delicadas tallas que coleccionan famosos como el presentador Jorge Javier Vázquez, tienen su origen en la antigua Grecia y estaban hechas de marfil y oro, de ahí su nombre: «crisos» (oro) y «elefantum» (animal del que se obtenía la materia prima de la talla). Se pusieron de moda a finales del siglo XIX a causa de los excesos de marfil procedentes de las colonias belgas y hasta finalizar el periodo Art Decó se consideraban las estrellas de cualquier salón decorativo.

El vodka.

Este famosísimo licor nació en Rusia hace 1.400 años y se elaboraba con productos agrícolas locales como el trigo y el centeno, de ahí que le llamasen «vino de pan». Los vodkas primitivos tenían una graduación muy alta (70° u 80°), pero eso cambió cuando, en el siglo XVIII, la emperatriz Catalina II permitió elaborarlo en las fincas de los nobles. Éstos consideraban una deshonra fabricar alcohol mediocre, así que empezaron a destilar un vodka cristalino y de altísima calidad. La composición actual de este licor es idea del inventor de la tabla periódica de los elementos. Mendeleiev: un 45,88% de alcohol y un 54,12% de agua. Para ser perfecto, un litro debe pesar 951 gramos.