En 1887 el teniente de la Armada e ingeniero Isaac Peral diseñó y construyó el primer submarino de la historia (sin embargo, oscuros intereses dentro de la Armada hicieron que los altos estamentos desecharan el invento y dijeran que era un fraude y que no podía valer para nada). Tenía todas las funcionalidades básicas que se pueden observar en un submarino militar moderno y supuso un avance científico y militar sin comparación para la época. Peral murió sin reconocimiento alguno.
Otro pionero vilipendiado por la historia es Emilio Herrera Linares, científico y aviador, que diseñó el primer traje espacial de la historia y que fue utilizado como diseño previo de los modernos trajes de astronauta.
Otro gran inventor es Leonardo Torres Quevedo, el padre de la calculadora digital (y otros tantos aparatos digitales, casi mágicos para la época, como el puntero láser o la máquina de escribir de Torres Quevedo). Todas las calculadoras científicas posteriores se basan en su invento.
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