Seguro que los policías de Bogotá se sortearon quién conduciría el nuevo Ferrari de 178.000 euros que decomisaron a un «narco» colombiano. Tras varios intentos fallidos de subasta, el Gobierno ha decidido pintarlo de verde y blanco - como el resto de vehículos policiales- y darle uso.
Una holandesa de 42 años fue acusada de acoso telefónico por llamar a un caballero 65.000 veces en un año. Lo peor es que, aunque ella asegura que se trata de su ex, él jura no conocerla.
El fabricante de ropa estadounidense Abercrombie & Fitch pago a los protagonistas del «reality» de la MTV «Jersey Shore» (jóvenes aficionados a las fiestas y el alcohol que se comunican gritando y de forma ordinaria) para que no llevaran sus diseños.
El surfista Garret McNamara consiguió un récord mundial al surfear sobre una ola de 27,5 metros de Praia do Norte (Portugal). Una altura similar a un edificio de nueve plantas.
Se puso a la venta el «Toilet yoga», un manual que enseña -con precisas ilustraciones- cómo realizar milenarias posiciones de yoga sobre el inodoro para ayudar a personas estreñidas. Los más cachondos lo han bautizado como «el Kamasutra escatológico».
Un hombre de 32 años fue arrestado por allanar un domicilio particular en Estados Unidos. Lo curioso es que no se llevó nada. Estuvo un rato tocando el piano y después se sentó en el sofá a ver la tele. Según declaró a la policía, «la puerta estaba abierta y el felpudo decía "Bienvenido", así que, simplemente, entré».
La empleada doméstica de una galería de arte de Dortmund (Alemania) deterioro irremisiblemente una obra llamada «Cuando empieza a gotear el techo» limpiando con esmero lo que creyó que eran manchas de humedad. La obra, de Martin Kippenberger, estaba tasada en más de un millón de dólares.
La parroquia de Cans (O Porriño) salió en los informativos de la CNN, pero no por méritos propios. Cometieron un error de bulto al situar en Galicia la cumbre del G-20 que, en realidad, se celebraba en Cannes (Francia).
El nuevo código civil rumano prohibe nombres «indecentes» y «ridiculos». Según el último anuario, en el 2010 existían en el país balcánico 581 Mortu (Muerto), 3 Coi (Cojón), un Prostu (Tonto) y algún Curu (Culo).
Ryanair baraja reducir el coste de sus billetes un 5%. Eso sí, a cambio de eliminar dos de los tres baños de cada avión y poner seis asientos más. Esperemos que no haya «emergencias» a bordo.
Celina Aarons (EEUU) ha recibido una factura de teléfono de 201.000 dólares... y no es un error. Sus dos hermanos sordomudos se comunican a través de SMS y olvidaron activar una tarifa internacional antes de pasar dos semanas en Canadá. En ese tiempo, se intercambiaron más de 2.000 mensajes y vídeos. Por suerte, la operadora ha aceptado reducir la factura a 2.500 dólares.
Detenida una familia de Winchester (Inglaterra) por intentar asesinar al abuelo millonario. En su historial de Google tenían archivadas búsquedas del tipo «1.000 maneras de morir».
La policía de Zimbabwe ha detenido a un hombre tras pillarlo in fraganti mientras praticaba sexo con un burro en el jardín de su casa. El hombre juraba y perjuraba que, en realidad, se trataba de una prostituta que se había transformado en asno por arte de magia. Lo siguiente fue una evaluación de su estado mental.
Parece el argumento de una película de humor, pero lo cierto es que los reclusos de la prisión de Birmingham se han quedado varios días encerrados ¡porque los encargados perdieron el juego de llaves que abría las celdas!
Un irlandés de 30 años han incendiado su casa tratando de convertir sus propias heces en oro. El aprendiz de alquimista puso sus retos orgánicos sobre el calentador eléctrico... pero algo salió mal y todo ardió.
Multa de 10.000 euros por no cumplir en la cama. Un tribunal de Aix en Provence (Francia) ha condenado a Jean-Louis G. a indemnizar a su mujer por no mantener relaciones sexuales con ella durante años. El hombre argumenta que estaba enfermo, pero el juez considera que el sexo es un «deber» marital.
En Madrid han detenido a cinco traficantes poco avispados que trapicheaban con droga por Internet. En su anuncio, «Vendo koka, marihuana y mdma», adjuntaban e-mail y teléfono de contacto.
Puntual como un reloj, el sexagenario brasileño Zeli Ferreira duerme todos los viernes desde hace 25 años en un ataúd. Asegura que esta curiosa costumbre, en recuerdo a un amigo fallecido en 1986, le ayuda a meditar y le proporciona un descanso reparador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario