Vayan por delante dos datos, por si la pregunta no le sorprende: en primer lugar, que entre los componentes de los jugos que segrega nuestro estómago para descomponer los alimentos destaca el ácido clorhídrico, una sustancia capaz de corroer por completo una pieza metálica, y en segundo lugar, que la presencia de este ácido no es precisamente anecdótica, pues el estómago elabora alrededor de seis vasos gástrico al día. La cantidad de ácido clorhídrico que genera nuestro organismo es absolutamente letal para la vida de nuestro propio organismo. Además, el ácido clorhídrico no es la única sustancia peligrosa producida internamente para facilitar la digestión. Así las cosas, ¿cómo es que el ácido gástrico no corroe al propio estómago? La repuesta es la triple combinada acción de una sustancia fundamental para la vida: la mucosidad forma un grueso revestimiento que protege el estómago e impide que se «digerido» por sus propios ácidos; además, lubrica el bolo alimenticio para que circule con facilidad por el tracto digestivo y, en tercer lugar, fabrica su propio antiácido: un bicarbonato que neutraliza el ácido.
¿Por qué las ballenas van a morir a las playas?
El varamiento de grandes cetáceos en la playas es una de las escenas más tristes del reino animal. En la medida en que a veces se ha propuesto el suicidio colectivo como una de las posible causas de este extraño comportamiento, la tragedia alcanza una categoría bíblica, interpretada incluso por el entorno ecologista como signo de los tiempos con claros tintes apocalípticos. Cuando un cetáceo queda varado, no puede salvarse por sí solo. Esto es así porque su organismo se ha adaptado a la mayor densidad del agua, donde su peso es menor, y por ello sus huesos son más delgados, de modo que si cambia de densidad del agua por la del aire, su peso les resulta ingobernable. Incapaces de salir de la arena, gasta su energía en el intento, las rocas y fuertes olas los hieren y finalmente la arena cubre y tapa su espiráculo y el sol los quema hasta la muerte. Lo más probable es que los encallamientos sean debidos a las lesiones en el sistema de orientación de estos mamíferos, que es una especie de sónar que permite a los cetáceos desde comunicarse hasta encontrar alimento o localizar el camino en su migraciones. Pero la pregunta es; ¿por qué se produce este fatal despiste? Existen varias hipótesis: 1)pueden ser enfermedades, que afectan por lo general a los ejemplares más viejos, que suelen ser los lideres de las manadas que van a la cabeza del grupo; 2)las culpables pueden ser maniobras militares internacionales, que con equipos de radares interfieren en los sistemas de ecolocalización de los cetáceos, o la pruebas nucleares bajo aguas oceánicas; 3)quizá el problema sea la mala costumbre de conseguir alimento fácil debido al hombre, que hace a estos animales acercarse demasiado a las costas y después no pueden volver. El caso es que los cetáceos que sufren más varamientos son las especies que forman grupos con estrechos lazos sociales, que potencian gracias a un complejo cerebro y un avanzado sistema de comunicación: el famoso «canto de las ballenas». En este caso, la inteligencia y la solidaridad juegan en contra de la supervivencia de la especie: cuando un animal enfermo o herido queda varado, los demás miembros del grupo no ignoran sus peticiones de auxilio y acuden en su auxilio varando todos ellos a su vez.
¿Por qué los aviones llevan caja negra?
Se diría que el siniestro nombre de la «caja negra» ha sido escogido para casar con su siniestra función, que solo tiene sentido en caso de accidente aéreo. Y parece apoyar esta intuición el hecho de que, a diferencia del caballo blanco de Santiago, que como todo el mundo sabe era blanco, la caja negra del avión casi siempre es de color amarillo o naranja intenso, pues así es más fácil localizarla cuando toca hacerlo, es decir, después de un accidente aéreo y en medio de un revoltijo de hierros calcinados. Pero lo cierto es que no es ese el origen del término, que ni siquiera proviene de la aviación, sino de la industria: ingenieros y técnicos se referían a la caja negra para mencionar cualquier instrumento no necesario para el funcionamiento de un sistema. Yendo ya al uso de la caja negra, lo primero que hay que advertir es que en realidad son dos las cajas negras que lleva un avión de pasajeros. Una sirve para registrar los datos de vuelo, como la velocidad, dirección o altitud de la nave; la otra contiene una cinta que corre de manera continua grabando las conservaciones de la tripulación de vuelo y los sonidos procedentes de la cabina. Las lecturas instrumentales y las voces de cabina de los momentos previos a un accidente son datos esenciales para analizar lo ocurrido, para descubrir la causa del accidente aéreo y, por ende, para evitar otros.
¿Por qué la pasta de dientes puede salir rayada?
Esta pregunta es un clásico del misterio doméstico. ¿Como es posible que las líneas de colores del dentífrico salgan del tubo tan perfectas? ¿Por qué no se mezclan los colores? El procedimiento para lograr pasta de dientes con rayas es menos complicado de lo que parece. En el tubo hay pastas de diferentes densidades: la menos densa, que suele ser la blanca, en la parte inferior, y la pasta con colorante en la zona superior, que será más densa porque está destinada a dibujar el rayado. En el interior del tubo estas dos pastas se encuentran separadas. El singular diseño de la boquilla es el responsable de conseguir que ambas pastas salgan al mismo tiempo y formando el dibujo deseado. Esta boquilla consta de un compartimento de un centímetro de alto que circunda todo el tubo en su extremo. La parte del compartimento en contacto con la pasta superior se encuentra perforada y estriada en sus caras interiores. Hay tanto agujeros como estrías de colores saldrán en la pasta. Cuando presionamos el tubo, la pasta blanca entra en ese compartimento exterior, que distribuye el dibujo a modo de canales, y sale por los agujeritos, ya vestida con rayas de colores.
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