Los primeros en rizar artificialmente el cabello fueron los asirios, quienes empleaban una barra de hierro caliente para sus peinados más atrevidos. Ya en el siglo XIII, dichas barras se convirtieron en una especie de tijeras que se calentaban al fuego, creándose así la base de los actuales rizadores eléctricos.
El «Snazzy Napper».
El «siestador elegante» se vende en Internet con el lema «duerma dentro de un escudo protector que le da privacidad, a la vez que evita las molestias de la luz» y es una especie babero gigante que le cubre los ojos y que, a la vez, sirve como «elegante manta».
El "BACHTACULARGLUTEALCLEFTSHIELD"
La diseñadora estadounidense Kimberly Brewer estaba cansada de mostrar más de lo debido cada vez que se agachaba o se sentaba con sus vaqueros favoritos, así que ha inventado unas curiosas pegatinas para cubrir esa zona donde la espalda pierde su glorioso nombre. Se trata de un accesorio hipoalergénico que se coloca justo ahí para evitar miradas indiscretas. Los hay de colores e, incluso, imitando tatuajes.
El Chaqué.
Esta prenda. hoy día perfecta para que novio y testigos la luzcan en una boda de día, era indumentaria de las carreras de la corte británica en el año 1800, por eso es abierta por detrás, para que repose sobre la grupa del caballo. Está compuesta por una levita negra, chaleco, camisa blanca, corbata con nudo Windsor, pantalones con listas verticales, zapatos y calcetines negros.
Los Cupcakes.
Se trata de una especie de magdalenas glamurosas decoradas con colores chillones y con una masa más que jugosa y esponjosa que las primeras. Provienen de Estados Unidos y, aunque aparecieron en el siglo XIX, ha sido gracias a la serie «Sexo en Nueva York» cuando Carrie y sus amigas las han puesto de moda como lo más «cool» para una buena merienda.
Restaurante «Self-Service».
Steak Tartare.
El airbag anti-avalanchas.
El Chiness.
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