La tradición del pueblo Nayar al sur de la India, obliga a las mujeres casadas a recibir la visita de amantes. La mayoría de los hijos son fruto de estas relaciones.
Los estudios MGM de Hollywood planificaban las películas en función de los ciclos menstruales de las actrices.
Algunos anatomistas medievales creían que el pene era un manojo de nervios que nacen de la espina dorsal y acababan en el órgano sexual. Es por ello, que lo llamaron cauda nervorum.
La erección continua del pene o priapismo se debe al consumo abusivo de alimentos fiatulentos, como los garbanzos, según los médicos medievales.
De Serves decía que una de las causas de la esterilidad femenina es la belleza excesiva. Ello se debe a que estas mujeres atraen más sangre hacia las distintas partes del cuerpo, "de manera que no les queda fluido libre para formar el semen".
El médico Nicolás Venette (1622-1698) sostenía que la mujer puede autofecundarse si se le perfora el clítoris. Afortunadamente, nunca intentó comprobarlo.
En los próximos cien años la mitad de las 6.000 lenguas habladas de la Tierra desaparecerán, según aseguran los expertos de la Sociedad Americana de la Lengua, en Chicago.
En las grandes urbes, el aire puede contener entre 5.000 y 6.000 partículas en suspensión por centímetro cuadrado.
Se estima que sólo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay 14.000.000.000 de estrellas semejantes al Sol.
El carbono con el que están compuestos los diamantes podría haber sido fabricado por las bacterias arcaicas, según informaba en la revista Science un grupo de geólogos británicos.
En la década de los cincuenta, el Ministerio de Defensa estadounidense promovió una campaña de recogida de grasa y escurridos de aceite entre los restaurantes y amas de casa, para obtener a partir de ellos glicerina y ácido esteárico. Estas sustancias se empleaban en la fabricación de explosivos.
Para evitar enterrar a gente aparentemente muerta, un depósito de cadáveres vienes del siglo XIX unía a los cuerpos sin vida unas placas metálicas. Éstas, al detectar cualquier movimiento, activaban una alarma en el centro de control.
Se cuenta que cuando el matemático alemán Karl E. Gauss (1777-1855) se le comunicó que su esposa estaba a punto de fallecer, este que estaba inmerso en su trabajo, respondió: "Si, si, pero pídale que espere un momento hasta que acabe con esto".
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