El célebre monstruo del lago Ness no es ningún plesiosaurío u otra bestia del pasado, sino uno de los enormes esturiones de más de 225 kilos que habitan en las aguas del lago escocés, según Adrian Shuíne, que dirige el Proyecto Lago Ness.
Una nave espacial que viajara a la velocidad de la luz tardaría 2.300.000 años en llegar a Andromeda, la galaxia más cercana a la nuestra.
Cuando en 1869 murió el último hombre tasmanio de Australia muchos médicos se pelearon por hacerse con partes del cadáver. Tal fue el grado de fanatismo, que algunos doctores mandaron curtir su piel para hacerse una pitillera.
Algunas de las interferencias que se producen en las llamadas transatlánticas y del Pacífico se deben a los mordiscos que los tiburones propinan a los cables, según expertos de ITT.
La presión en el centro de la Tierra supera los tres millones de atmósferas.
Las gentes con menor esperanza de vida son los habitantes de Sierra Leona, que fallecen por termino medio a la edad de 43 años.
Se estima que entre el 15 y 20 por ciento de los accidentes de tráfico no son tales, sino que se trata de suicidios.
Para disimular su notoria calvicie, la esposa de Carlos VI, Isabel de Baviera, se hacía un peinado que remataba en un larguísimo cono del que colgaban finísimas gasas. El peinado hizo furor entre las nobles damas del siglo XIV, de manera que el cono era más alto cuanto más aristócrata era la cabeza que lo llevaba.
El rey Salomón tuvo 700 mujeres y otras tantas amantes.
Enrique I de Castilla murió en 1217 de un golpe en la cabeza con una piedra, arrojada por niños que estaban jugando.
Cuando murió Juan II de Portugal, en 1495, se prohibió que los ciudadanos se afeitaran durante seis meses.
Los habitantes de la provincia China de Hunan se comen las gambas vivas.
Hace 400 años, en el ducado de Bretaña, a los borrachos les estaba permitido reincidir hasta cuatro veces antes de cortarles las orejas.
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